(ANDINA).- Un albergue ecoturístico se proyecta construir la zona de Cocachimba (Amazonas) para los visitantes de la catarata Gocta, como parte del proyecto de puesta en valor de esta localidad, informaron hoy autoridades locales.

   El director regional de Turismo de Amazonas, Freddy Gómez López, explicó que se trabaja en la elaboración del expediente técnico correspondiente, a fin de dar viabilidad a esta iniciativa.

   “Tendrá un diseño que no interrumpa el entorno del lugar, hay un arquitecto a cargo de ello. La idea es que permita albergar a los turistas”, manifestó a la agencia Andina.

   Dijo, además, que para la ejecución del proyecto se firmará un convenio con el gobierno regional y el municipio de San Pablo de Valera, donde se encuentra Cocachimba.

   “El terreno donde se levantará el albergue será cedido por la municipalidad y las autoridades de Cocachimba”, agregó.

   Asimismo señaló que, como parte de la puesta en valor del Gocta, se contempla la construcción de un mariposario donde se exhiba los varios tipos de mariposas que hay en la zona, y un centro de interpretación.

   Con esa misma orientación, emprenderán jornadas de capacitación en temas de turismo para los pobladores de La Coca, Cocachimba, y San Pablo de Valera, por ser los más cercanos la catarata.

   Se formarán, en ese sentido, comités de desarrollo turístico. También se prevé la instalación de una oficina de información turística, paneles y señalización.

   “Todas estas acciones se realizará con un fondo de 634 mil soles que le fue transferido a la región. Las obras están destinadas al buen uso y conservación del entorno”, precisó.

   El tema de la delimitación de áreas intangibles del Gocta y de la zona de reserva comunal se llevará a cabo de forma paralela.

   Gocta está ubicada en el anexo de Cocachimba, en la provincia de Bongará. Para acceder a ella, se viaja por dos horas en auto desde Chachapoyas y luego se sigue un camino a pie durante tres horas.

   La catarata posee unos 771 metros de altitud, y fue descubierta por el ciudadano alemán Stefan Ziemendorff, quien se internó en el lugar por varios meses.