(Perú 21).- Las estaciones petroleras 5 y 6 de Perupetro, en Bagua, están sitiadas y se cerrarían los ductos del crudo. Unos 700 mil barriles de petróleo se habrían dejado de bombear hacia Bayóvar (Piura). “El diálogo pacífico ya se terminó”. Con esta frase, Cervando Puertas, presidente de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Norte (Orpian), dejó abierta la posibilidad de que hoy se radicalice la huelga de los pueblos nativos en Bagua (Amazonas) y en Atalaya (Ucayali). Según informó a Perú.21, más de tres mil indígenas provenientes de las etnias del Río Santiago y del Cenepa, los cuales permanecen apostados en las afueras de la Estación 6 de Perupetro, en Imaza (Bagua), ingresarían a dichas instalaciones en cualquier momento para cerrar las válvulas de bombeo de petróleo si el Congreso no cede ante su demanda de derogar seis artículos que, según ellos, los perjudican. Al respecto, el ingeniero Miguel Lizama, jefe de operaciones de la Estación 6, manifestó a medios locales que, pese a que, hasta el momento, la protesta es pacífica, Perupetro ha dejado de bombear unos 700 mil barriles de crudo, por lo que no estarían cumpliendo con sus obligaciones programadas con el terminal de Bayóvar (Piura). “Es que no podemos romper algunos acuerdos firmados con los indígenas”, acotó el funcionario escuetamente. Sin embargo, el gerente de operaciones del Oleoducto Norperuano, Manuel Tomey, confirmó a otro medio desde Piura que la situación está controlada. “Por ahora no nos perjudican los reclamos de los indígenas. Pese a esto, estamos alertas para aplicar nuestro plan de contingencia”, dijo. TENSIÓN. De otro lado, se informó que un nutrido grupo de indígenas arribó ayer a Bagua para apoyar la medida de fuerza, por lo que algunos comercios y entes públicos cerraron sus puertas en previsión de actos violentos. Según se supo, los nativos se han alojado en el coliseo cerrado de esa ciudad a la espera de las decisiones que tomen sus bases en la capital, las cuales son representadas por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep). De acuerdo con esta, miembros de las comunidades awajún y wampis ya habrían tomado la estación 5 de Perupetro y, además, planearían apoderase de la estación 4, ambas situadas en Imaza. En tanto, Atalaya se ha convertido en una urbe sitiada por unos 2,500 nativos asháninkas y yines, quienes desde hace una semana tienen bajo su control el aeródromo local en apoyo al paro indígena. Reportes locales señalan que tan solo habría 20 policías en la zona, por lo que los comercios, centros educativos y entidades públicas no están atendiendo. |